Esta singular planta, tiene su propia “historia” en lo que en temas católicos podemos relacionarla .
Todo viene cuando en un besamanos de la Virgen del Valle de hace ya algunos años, observé detalladamente que portaba en su mano una flor, para mi entonces totalmente desconocida y no la singular rosa de pasión, más típica de asemejar a cualquier dolorosa, que aquella que la Virgen lucía..
Tras varias indagaciones, para dar con el nombre de la misteriosa y a la vez preciosa flor recreada como joya, que llevaba entre tonos lila de amatista, entremezclada con el brillante y un sinfín de piedras a cual mas “preciosas” que la recreaban tal y como imagino que sería la flor real, encontré el nombre de la misma y no era otro que el de Pasiflora, o flor de la pasión.
Tal y como designó el Papa Pablo V en el siglo XVII, esta flor, representa en conjunto a la Pasión de Cristo y sus atributos.
Analizando la pasiflora en la mano ,(( ya que acabé por comprarme una planta)), observé, que la parte interna de dicha flor, representa según su interpretación, a la corona de espinas,los estambres, son de color verde y amarillo sobresaliente en la misma, y representan las cinco heridas del cuerpo del Señor. ( costado, ambas manos y pies ) , los tres pistilos de color burdeos representan los tres clavos de la crucifixión y los doce pétalos y sépalos a sus apóstoles.
Existen una variadísima y amplia gama de pasifloras.
A la que en concreto estoy refiriéndome, y es la que a su vez, luce la Virgen del Valle y la Virgen del Subterráneo de la hermandad de La Cena es la Pasiflora caerulea , que proviene de calvario.
La Virgen del Subterráneo ,porta una un tanto más pequeña y a diferencia con la de la Virgen del Valle, es entera de plata.
En la ilustración de izquierda a derecha se muestra la que porta la Virgen del Valle, a continuación la flor natural, y por último la que luce la Virgen del Subterráneo.
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